Ante tal situación, decidí enterrar el contenido de los botes en un camellón cercano. La siguiente vez que inicié el experimento lo hice en la azotea. La ventaja más importante es que ahí no me importaba mucho la proliferación de mosquitos.
Sin embargo, las lluvias volvieron a inundar los botes y promovieron la descomposición anaerobia que no es particularmente buena. Sin embargo, creo que la protocomposta quedó más o menos bien como se puede ver en esta foto.
Para ser justa con la propuesta de cómo hacer composta en departamentos con botes de 2 litros de plástico (enlace), creo que fue mi falta de seguimiento y de metolodogía lo que hizo que no funcionara. Creo que sigue siendo una buena opción para otras personas más pacientes.
Finalmente, decidí entrarle a otra metodología de hacer composta: lombrices.
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