Después de varios meses de ausencia, hay muchas buenas noticias y algunas malas. El jitomate aquel finalmente estiró la pata y no sobrevivió al trasplante. Sin embargo, me embarqué en un proyecto más ambicioso de cubrir con malla de sombra la reja del tendedero de la azotea del edificio.
Ya instalado este dispositivo, adquirí una mayor variedad de plantas comestibles para mi hidroponia: perejil, cilantro, menta, yerbabuena, albahaca y fresas. Algunas desde su origen dieron una rica cosecha, particularmente, la albahaca nos ha dado muchos ratos de sana diversión, pues ha sido fuente de varios deleites culinarios desde una ensalada caprese hasta la producción casera de aceite de oliva albahaquense.
Pero no todo ha sido tan sencillo. Han habido batallas campales contra diversas plagas. Estas plagas incluyen hormigas, pulgones y ¡gusanos!